Hola!
A continuación voy a introducir en el blog parte del trabajo grupal.
Trata sobre la motricidad,historia, concepto y la motricidad fina y gruesa.
Historia de la Psicomotricidad
En los primeros tiempos
de la Época Contemporánea la psicomotricidad estaba unida al ámbito terapéutico
y de estudio para la atención de niños disminuidos por lesiones cerebrales y
otros problemas como: dislexia, disgrafía, discalculia, por lo que se empleaba
en la reeducación y readaptación de los niños que presentaban trastornos relacionados
con el aspecto motriz.
Posteriormente fue
evolucionando gracias a estudios y trabajos de autores como Wallon, Pieget,
Vigotsky, Luria y Gessell, entre otros, quienes se interesaban en indagar sobre
el desarrollo madurativo del niño con base en determinados aspectos
psicomotores y de socialización.
En Francia, a través de la Educación Física, surgen
intentos por llevar al ámbito evolutivo el producto de los resultados obtenidos
en el reeducativo, puesto que, para poder comprender las perturbaciones y
trastornos en los niños con problemas, se realizaban estudios a niños normales.
Autores como: Picq y Vayer, le Boulche, Lapierre, Aucouturier, entre otros,
participaron en esta labor, además de Zazzo, De Costallat, Lagrange, y de
Quirós, quienes establecen relaciones entre psicomotricidad y aprendizaje.
Entre los precursores
de la psicomotricidad se encuentran J. Ajuriaguerra, cuyos trabajos continúan
siendo un instrumento de referencia y quien, entre otras cosas, definió algunos
aspectos de la obra de Wallon, destacando la función central de comunicación
del tono, del dialogo tónico.
La psicomotricidad,
recibe aportes de diversas disciplinas como la biología, la psicología, la
medicina y la pedagogía, entre otras, por lo que existen numerosas corrientes que
responden a las diferentes teorías y concepciones, a distintos marcos
referenciales, que actúan con distintas posibilidades en varios ámbitos
sociales con diversos fines y métodos; pero tienen algo en común.” La reacción
a la visión dualista cuerpo-mente”, y con el convencimiento de que para llegar
al desarrollo pleno de la persona es necesario tener en cuenta todas las
capacidades del niño: mentales, afectivas, sociales, corporales y espirituales,
para que evolucione hacia la integración en una “unidad”, siendo esta, la
afirmación clave de la psicomotricidad.
Concepto de Psicomotricidad:
Hay diversos enfoques
relacionados con la concepción de la psicomotricidad, hasta el punto de que no
existe una definición única y universalmente aceptada, a continuación mostramos
algunas de ellas.
Según Schrager (1979):
Se entienden por psicomotricidad a la educación del movimiento o por medio del
movimiento, que preocupa una mejor utilización de las capacidades psíquicas: el
juicio, el razonamiento, la imaginación y la abstracción, también consideradas
capacidades intelectuales, así como la atención y la memoria, que son
calificadas mas como capacidades psíquicas que intelectuales, y la afectividad
y la personalidad que son independientes del intelecto. Por medio de esta
relación es posible considerar que, aunque la base de la psicomotricidad sea el
movimiento, este no es solo una actividad motriz, sino también una actividad
psíquica consciente, que es provocada ante determinadas situaciones.
Rossel (1983):
Plantea que la
educación psicomotora es la educación del control mental de la expresión
motora.
Ajuriaguerra(1985):
La psicomotricidad es la realización del
pensamiento a través del acto motor preciso, económico y armonioso. Se concibe
como un acto motor por la acción provocada de un estimulo que origina una
respuesta.
Chockler (1988):
Toda actividad humana
es esencialmente psicomotriz y para su puesta en marcha se articulan diferentes
sistemas anatomo-fisiológicos , patológicos y sociales de gran complejidad que
interactúan determinando una particular manera de ser y de estar en el mundo,
de relacionarse con la realidad, con las personas, con el espacio, con los
objetos para satisfacer las necesidades biológicas, afectivas, culturales y
sociales del hombre.
Concepto actual de Psicomotricidad:
El término "psicomotricidad" integra
las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensorio-motrices en la
capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial.
La psicomotricidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo armónico de la personalidad.
Partiendo de esta concepción se desarrollan distintas formas de intervención psicomotriz que encuentran su aplicación, cualquiera que sea la edad, en los ámbitos preventivo, educativo, reeducativo y terapéutico.
La psicomotricidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo armónico de la personalidad.
Partiendo de esta concepción se desarrollan distintas formas de intervención psicomotriz que encuentran su aplicación, cualquiera que sea la edad, en los ámbitos preventivo, educativo, reeducativo y terapéutico.
Conceptos de
psicomotricidad:
De Lièvre
y Staes (1992):
La psicomotricidad es un planteamiento global de
la persona. Puede ser entendida como una función del ser humano que sintetiza
psiquismo y motricidad con el fin de permitir al individuo adaptarse de manera
flexible y armoniosa al medio que le rodea. Puede ser entendida como una mirada
globalizadora que percibe las interacciones tanto entre la motricidad y el
psiquismo como entre el individuo global y el mundo exterior. Puede ser entendida
como una técnica cuya organización de actividades permite a la persona conocer
de manera concreta su ser y su entorno inmediato para actuar de manera
adaptada.
Gª Núñez
y Fernández Vidal (1994):
La psicomotricidad es la técnica o conjunto de
técnicas que tienden a influir en el acto intencional o significativo, para
estimularlo o modificarlo, utilizando como mediadores la actividad corporal y
su expresión simbólica. El objetivo, por consiguiente, dela psicomotricidad es
aumentar la capacidad de interacción del sujeto con el entorno.
Berruezo
(1995):
La psicomotricidad es un enfoque de la
intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las
posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que le
lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo
todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación,
aprendizaje, etc.
Muniáin
(1997):
La psicomotricidad es
una disciplina educativa/reeducativa/terapéutica, concebida como diálogo, que
considera al ser humano como una unidad psicosomática y que actúa sobre su
totalidad por medio del cuerpo y del movimiento, en el ámbito de una relación
cálida y descentrada, mediante métodos activos de mediación principalmente
corporal, con el fin de contribuir a su desarrollo integral.
La
Motricidad puede clasificarse en Motricidad Fina y Motricidad Gruesa.
PSICOMOTRICIDAD FINA:
La motricidad fina comprende todas aquellas actividades del niño que necesitan de una precisión y un elevado nivel de coordinación.
Esta
motricidad se refiere a los movimientos realizados por una o varias partes del
cuerpo, que no tienen una amplitud sino que son movimientos de más precisión.
Se cree que la motricidad fina se inicia hacia el año y medio, cuando el niño, sin ningún aprendizaje, empieza a emborronar y pone bolas o cualquier objeto pequeño en algún bote, botella o agujero.
Se cree que la motricidad fina se inicia hacia el año y medio, cuando el niño, sin ningún aprendizaje, empieza a emborronar y pone bolas o cualquier objeto pequeño en algún bote, botella o agujero.
La motricidad fina implica un nivel elevado de maduración y un aprendizaje largo para la adquisición plena de cada uno de sus aspectos, ya que hay diferentes niveles de dificultad y precisión.
Para conseguirlo se ha de seguir un proceso cíclico: iniciar el trabajo desde que el niño es capaz, partiendo de un nivel muy simple y continuar a lo largo de los años con metas más complejas y bien delimitadas en las que se exigirán diferentes objetivos según las edades.
Los aspectos de la motricidad fina que se pueden trabajar más tanto a nivel escolar como educativo en general, son:
-Coordinación viso-manual.
-Motricidad
facial.
-Motricidad
fonética.
-Motricidad
gestual.
Desarrollo de la Motricidad Fina:
El desarrollo de la motricidad fina es decisivo para la habilidad de experimentación y aprendizaje sobre su entorno, consecuentemente, juega un papel central en el aumento de la inteligencia. Así como la motricidad gruesa, las habilidades de motricidad fina se desarrollan en un orden progresivo, pero a un paso desigual que se caracteriza por progresos acelerados y en otras ocasiones, frustrantes retrasos que son inofensivos.
Infancia (0- 12 meses):
Las manos de un niño
recién nacido están cerradas la mayor parte del tiempo y, como el resto de su
cuerpo, tienen poco control sobre ellas. Si se toca su palma, cerrara su puño
muy apretado, pero esto es una acción de reflejo inconsciente llamado el
reflejo Darwinista, y desaparece en un plazo de dos a tres meses. Así mismo, el
niño agarrara un objeto puesto en su mano, pero sin ningún conocimiento de lo
que está haciendo.
Aproximadamente a las ocho semanas, comienzan a descubrir y jugar con sus manos, al principio solamente involucrando las sensaciones del tacto, pero después, cerca de los tres meses, involucran la vista también.
Aproximadamente a las ocho semanas, comienzan a descubrir y jugar con sus manos, al principio solamente involucrando las sensaciones del tacto, pero después, cerca de los tres meses, involucran la vista también.
La coordinación
ojo-mano comienza a desarrollarse entre los 2 y 4 meses, comenzando así un
periodo de práctica llamado ensayo y error al ver los objetos y tratar de
tomarlos.
A los cuatro o cinco meses, la mayoría de los niños pueden coger un objeto que este dentro de su alcance, mirando solamente el objeto y no sus manos. Llamado "máximo nivel de alcance.” Este logro se considera un importante cimiento en el desarrollo de la motricidad fina.
A los cuatro o cinco meses, la mayoría de los niños pueden coger un objeto que este dentro de su alcance, mirando solamente el objeto y no sus manos. Llamado "máximo nivel de alcance.” Este logro se considera un importante cimiento en el desarrollo de la motricidad fina.
A la edad de seis
meses, los niños pueden coger un pequeño objeto con facilidad por un corto
periodo, y muchos comienzan a golpear objetos. Aunque su habilidad para
sujetarlos sigue siendo torpe, adquieren fascinación por tomar objetos pequeños
e intentar ponerlos en sus bocas.
Durante la última mitad
del primer año, comienzan a explorar y probar objetos antes de cogerlos,
tocándolos con la mano entera y ocasionalmente, empujarlos con su dedo índice.
Uno de los logros motrices finos más significativos es el tomar cosas usando los dedos como tenazas (pellizcado), lo cual aparece normalmente entre las edades de 12 y 15 meses.
Gateo (1-3 años):
Uno de los logros motrices finos más significativos es el tomar cosas usando los dedos como tenazas (pellizcado), lo cual aparece normalmente entre las edades de 12 y 15 meses.
Gateo (1-3 años):
Desarrollan la capacidad de manipular objetos cada vez de manera más compleja, incluyendo la posibilidad de marcar el teléfono, tirar de cuerdas, empujar palancas, darle vuelta a las páginas de un libro, y utilizar crayones para hacer garabatos.
En vez de hacer solo garabatos, sus dibujos incluyen patrones, tales como círculos. Su juego con los cubos es más elaborado y útil que el de los niños más pequeños, ya que pueden hacer torres de hasta 6 cubos.
Preescolar (3-4 años):
Las tareas más
delicadas que enfrentan los niños de preescolar, tales como el manejo de los
cubiertos o atar los cordones de los zapatos, representan un mayor reto al que
tienen con las actividades de motricidad gruesa aprendidas durante este periodo
de desarrollo.
Para cuando los niños tienen tres años, muchos ya tienen control sobre el lápiz. Pueden también dibujar un círculo, aunque al tratar de dibujar una persona sus trazos son aún muy simples.
Para cuando los niños tienen tres años, muchos ya tienen control sobre el lápiz. Pueden también dibujar un círculo, aunque al tratar de dibujar una persona sus trazos son aún muy simples.
Es común que los niños
de cuatro años puedan ya utilizar las tijeras, copiar formas geométricas y
letras, abrocharse botones grandes, hacer objetos con plastilina de dos o tres
partes. Algunos ya pueden escribir sus propios nombres utilizando las
mayúsculas.
Edad Escolar (5 años):
Para la edad de cinco
años, la mayoría de los niños han avanzado claramente más allá del desarrollo
que lograron en la edad de preescolar en sus habilidades motoras finas.
Además del dibujo, niños de cinco años también pueden cortar, pegar, y trazar formas. Pueden abrochar botones visibles.
Además del dibujo, niños de cinco años también pueden cortar, pegar, y trazar formas. Pueden abrochar botones visibles.
Coordinación
Viso-Manual:
La coordinación manual conducirá al
niño al dominio de la mano. Los elementos más afectados, que intervienen
directamente son:
-la mano
-la muñeca
-el antebrazo
-el brazo
es muy importante tenerlo en cuenta ya que antes de exigir al niño una agilidad y ductilidad de la muñeca y la mano en un espacio reducido como una hoja de papel, será necesario que pueda trabajar y dominar este gesto más ampliamente en el suelo, pizarra y con elementos de poca precisión como la punta de los dedos.
Coordinación Facial:
Este es un aspecto de
suma importancia ya que tiene dos adquisiciones:
1.- El del dominio
muscular
2.- La posibilidad de
comunicación y relación que tenemos con la gente que nos rodea a través de
nuestro cuerpo y especialmente de nuestros gestos voluntarios e involuntarios
de la cara.
Debemos de facilitar
que el niño a través de su infancia domine esta parte del cuerpo, para que
pueda disponer de ella para su comunicación.
El poder dominar los
músculos de la cara y que respondan a nuestra voluntad nos permite acentuar
unos movimientos que nos llevarán a poder exteriorizar unos sentimientos,
emociones y manera de relacionarnos, es decir actitudes respecto al mundo que
nos rodea.
Coordinación fonética:
La coordinación
fonética es un aspecto dentro de la motricidad muy importante a estimular y a
seguir de cerca para garantizar un buen dominio de la misma.
El niño en los primeros meses de vida:
El niño en los primeros meses de vida:
Descubre las
posibilidades de emitir sonidos.
-No tiene sin embargo
la madurez necesaria que le permita una emisión sistemática de cualquier sonido
ni tan siquiera la capacidad de realizarlos todos.
Ha iniciado ya en este
momento el aprendizaje que le ha de permitir llegar a la emisión correcta de
palabras.
Este método llamará la
atención del niño hacia la zona de fonación y hacia los movimientos que se
hacen lentamente ante él, posibilitando la imitación como en tantas otras
áreas; el medio de aprender será imitar su entorno.
Poco a poco irá
emitiendo sílabas y palabras que tendrán igualmente una respuesta, especialmente
cuando no se trate de una conversación sino de un juego de decir cosas y
aprender nuevas palabras, hacer sonidos de animales u objetos.
Hacia el año y medio el
niño:
-Puede tener la madurez
para iniciar un lenguaje.
-No contendrá
demasiadas palabras y las frases serán simples.
Y ya habrá iniciado el
proceso del lenguaje oral en el mejor de los casos podrá hacerlo bastante
rápidamente.
Estos juegos motrices
tendrán que continuar sobre todo para que el niño vaya adquiriendo un nivel de
conciencia más elevado.
Entre los 2-3 años el
niño:
-Tiene posibilidades
para sistematizar su lenguaje, para perfeccionar la emisión de sonidos.
-Y para concienciar la estructuración de las frases y hacerlas cada vez más complejas.
Al final del tercer año quedarán algunos sonidos para perfeccionar y unas irregularidades gramaticales y sintácticas a consolidar.
-Y para concienciar la estructuración de las frases y hacerlas cada vez más complejas.
Al final del tercer año quedarán algunos sonidos para perfeccionar y unas irregularidades gramaticales y sintácticas a consolidar.
Todo el proceso de
consolidación básica se realizará entre los tres y cuatro años, cuando el niño
puede y tendrá que hablar con una perfecta emisión de sonidos y por
consiguiente con un verdadero dominio del aparato fonador.
El resto del proceso de maduración lingüística y de estilo se hará a la larga en el transcurso de la escolarización y la maduración del niño.
El resto del proceso de maduración lingüística y de estilo se hará a la larga en el transcurso de la escolarización y la maduración del niño.
Coordinación Gestual:
Las manos:
Diadococinesias
Para la mayoría de las tareas además del dominio global de la mano también se necesita también un dominio de cada una de las partes: cada uno de los dedos, el conjunto de todos ellos.
Para la mayoría de las tareas además del dominio global de la mano también se necesita también un dominio de cada una de las partes: cada uno de los dedos, el conjunto de todos ellos.
Se pueden proponer
muchos trabajos para alcanzar estos niveles de dominio, pero tenemos que
considerar que no lo podrán tener de una manera segura hasta hacia los 10 años.
Dentro del preescolar una mano ayudara a otra para poder trabajar cuando se necesite algo de precisión. Hacia los tres años podrán empezar a intentarlo y serán consientes de que necesitan solamente una parte de la mano. Alrededor de los 5 años podrán intentar mas acciones y un poco mas de precisión.
Dentro del preescolar una mano ayudara a otra para poder trabajar cuando se necesite algo de precisión. Hacia los tres años podrán empezar a intentarlo y serán consientes de que necesitan solamente una parte de la mano. Alrededor de los 5 años podrán intentar mas acciones y un poco mas de precisión.
5. Motricidad gruesa infantil
Es la
capacidad del hombre de generar movimiento por sí mismos con una adecuada
coordinación y sincronización entre todas las estructuras que intervienen en el
movimiento.
Su estudio
sigue un amplio análisis del desarrollo de un ser vivo, desde su fecundación
hasta la vejez. Investigan todas las etapas, causas y efectos, de un acto
motor, dando explicación a todo lo relacionado con el movimiento del ser vivo.
Lo más importante para evitar complicaciones a
nivel neurológico es el ambiente en el que se desarrolle naturalmente el
pequeño. La recomendación es que los padres sepan las necesidades afectivas del
bebé, eviten ser permisivos o restrictivos y fomenten el juego.
La capacidad
del bebé para responder a incentivos es evidente cuando mueve la cabeza hacia
los lados, busca un estímulo visual y responde a un sonido. A los 2 meses, las
primeras estiradas de mano para alcanzar un juguete o tocar un móvil
representan avances en la motricidad gruesa. A los 4 o 5 se gira de un lado
para otro y dentro de poco, se mantendrá de rodillas para alcanzar un objeto.
Los masajes
son lo más importante a la hora de desarrollar destrezas en el pequeño. Tocar
las partes de su estructura física, mencionar su nombre y aclarar su función
son un estímulo extra.
Los recién
nacidos distinguen manchas, así que se recomienda que los objetos que manipulen
sean de color blanco y negro. Los estímulos no deben ser más pequeños que su
mano para evitar que lo introduzca a la boca. Además, la forma y las texturas
deben ser variadas para que más adelante interactúe sin miedo con otras cosas y
personas.
Si el niño
no desarrolla secuencialmente la motricidad en las extremidades superiores,
será un niño con problemas para escribir, al que le resulta difícil colorear, trabajar con papel, con plastilina,
que no tolera la textura, no trabaja con témperas y no maneja bien las tijeras.
Otro fallo
se dará porque perderá el equilibrio con facilidad y tendrá dificultad para
practicar deportes como el patinaje o montar bicicleta. Así mismo, se le obstaculizará saltar en un
pie o coordinar movimientos con el balón.
La motricidad
gruesa comprende todo lo relacionado con el desarrollo cronológico del
niño especialmente en el crecimiento del cuerpo y de las habilidades
psicomotrices.
Desarrollo
del niño:
El control
motor grueso es importante en el desarrollo del bebe, el cual puede refinar los
movimientos, descontrolados, aleatorios e involuntarios a medida que su sistema
neurológico madura.
Control
cefálico, arrastrarse y gatear, volteos, ponerse de pie y caminar, sentarse,
subir y bajar escaleras, correr y saltar, estimulación del área de motricidad
gruesa
El siguiente objetivo es el volteo. Su
importancia radica en que, además de favorecer el control del cuerpo y del
equilibrio, es uno de los indicadores de la curiosidad del niño y su motivación
por descubrir nuevas sensaciones y por trasladarse de un sitio a otro.
Cuando un
niño es capaz de sentarse, su perspectiva del mundo cambia. Las cosas no son
iguales vistas cuando se está echado que cuando se está sentado. Además, se
tiene más control del cuerpo, más equilibrio y las posibilidades de manipular
objetos se multiplican.
Si bien es
importante una adecuada adquisición del gateo, es más importante saber que
algunos niños no gatean. Lo fundamental desde el punto de vista de su
desarrollo global es que el niño se desplace, del modo que sea, y que sienta
interés por su entorno.
El siguiente
gran objetivo en este área es la deambulación, es decir, el caminar. Para ello,
el niño debe obtener un alto nivel de equilibrio, así como vencer el peso de su
cuerpo, siendo necesario pasar por una serie de fases previas, una de ellas
suele ser el ponerse de rodillas.
Son
actividades que exigen un gran sentido del equilibrio y una gran seguridad y
confianza en uno mismo. A menudo a los niños les gusta subir a los muebles, a
los sofás, y avanzar sobre escalones. Se debe dejar que los niños realicen
todas estas actividades, muy beneficiosas para ellos y además divertidas.
Lo
importante es que las lleven a cabo con supervisión, que no es lo mismo que con
sobreprotección. Jugar a saltar con otros es una actividad que suele gustar,
así como bailar y cualquier actividad que implique moverse. Es importante
reforzar siempre que el niño realiza un esfuerzo, y felicitarle por lo bien que
salta o se mueve.
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