LÍNEA Y PLANO.
INDIRA SÁNCHEZ HERNÁNDEZ
Michelangelo Merisi da
Caravaggio, nació en Mián el 29 de septiembre de 1571 y murió el 18 de julio de 1618. Fue un pintor italiano que realizó su obra en Roma, Nápoles, Malta y Sicilia entre los años 1593 y 1610.
Es considerado como el primer gran exponente y representante de la pintura del Barroco.
El cuadro que comentaré es “La Vocación de San Mateo”. Es un óleo sobre lienzo, que representa
una escena religiosa, pero con una ambientación profana, ya que el tema es contrarreformista. Se trata de la
elección que realiza Cristo sobre cualquier persona, para que le siga,
instituyéndose así el sacramento del orden sacerdotal. Éste es uno de los
sacramentos que cierta parte del protestantismo no considera válido.
Los cuerpos le dan una gran naturalidad, ya que los personajes son gente
de la calle. No idealiza a ninguno, ni siquiera a Cristo. Esto es típico del
barroco, ya que se quería alegar de las normas de la idealización
clásica y las normas del Concilio de Trento que exigía tratar a los personajes
del cristianismo con decoro. Caravaggio es el primer pintor que rompe con esta
norma contrarreformista y establece estos modelos como norma de sus cuadros con
el fin de llegar al público con personajes más cercanos.
El recurso lumínico del cuadro es el tenebrismo. Éste es un estilo pictórico perteneciente al arte Barroco que utiliza la técnica del claroscuro como elemento principal de expresión.
El claroscuro tiene fuerte contraste entre luz y sombra, casi sin medios tonos,
y en el cual los objetos iluminados destacan con mucha fuerza porque la luz los
acentúa. A través de la luz concentra la atención donde quiera. Un foco de luz intensa cuya dirección es diagonal
proveniente de una claraboya nos ilumina a los personajes. El resto del cuadro
queda en oscuridad o penumbra. Es una iluminación artificial, como de focos
teatrales.
En cuanto a la la composición, los
grupos están claramente descompensados en el
cuadro. La luz en forma de diagonal genera a través de las manos y de los
rostros una línea curva a través del
diálogo que va de la mano de Cristo que dirige a Mateo y la respuesta atónita
de la mirada de los que le acompañan y se sorprende ante las palabras de Jesús.
La figura de Cristo no se encuentra en el centro de la composición sino en un
lateral.
En resumen se
trata de una obra religiosa propia de un artista como Caravaggio, pintor
italiano del Barroco del siglo XVII, que representa estas escenas con
cotidianeidad, recurriendo a la técnica tenebrista y a personajes sacados de la
calle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario