Precisamente se hizo conocida en el mundo del arte, y fuera de él, por las fotos que recogen algunos momentos de la vida en su granja de Lexington (Virginia) con sus tres hijos (Jessie, Virginia y Emmett), cuando no superaban los 12 años. Son imágenes fechadas a finales de los ochenta y principios de los noventa. Y en esas fotografías Sally Mann no oculta nada. O lo recoge todo, como quieran. Ahí están los avatares propios de la infancia de sus niños. Los juegos, los enfados, las heridas, los sueños y también (lo que trajo la polémica) los momentos más íntimos.
la imagen que he elegido se llama Shiva at Whistle Creek, y fue tomada en el año 1992.
tiene un foco central que agudiza el visualizado de la imagen
La composición es extremadamente importante en esta fotografía. Ella hace un gran trabajo que representa la personalidad de mujeres jóvenes. La fotografía la coge en el momento justo antes de que ella salta. La forma en la foto está un poco fuera de foco y cómo ella mira con indiferencia sobre el portaobjetos de la caída de agua hace que parezca que ella está incierta y vulnerable. Sus ojos se cerraron y ella está mirando lejos de donde ella va a saltar. El artista también crea un tono oscuro con los colores, que se suma a la personalidad de la niña y el momento.
En el centro de la imagen nos encontramos una niña, como foco principal. Es una foto en blanco y negro. La imagen carece de simetría ya que la cabeza de la niña se desplaza hacia la derecha y tiene un foco de luz en ese mismo lado. la imagen tiene forma de V.
los puntos centrales de la imagen se sitúan arriba a la izquierda, en el centro y abajo a la derecha.
Destacamos el juego de colores, utilizando blanco para iluminar el foco central, y colores oscuros para el fondo.
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