A continuación exponemos una historia del gesto breve y concisa, ya que, nos ha sido imposible encontrar más información acerca de este punto 2.1 del trabajo grupal.
2.1 Historia del gesto
Nos introducimos en el entender
la obra de arte más como vivencia expresiva que como una simple ilustración de
nuestros sentimientos.
A comienzos del S.XX se inicia
una nueva forma de entender la obra pictórica, como consecuencia del
surgimiento del arte abstracto.
Hasta este momento el arte pictórico consistía solamente en describir una
escena de origen histórico, mitológico o cotidiano. Así, la función expresiva
de los elementos plásticos como la pincelada, el pigmento o el gesto expresivo,
era ignorada en la lectura de la obra.
“Arte no es lo que tu puedas
ver sino lo que puedas hacer ver a otros” E. Degas.
Un gran suceso que nos lleva a
la aparición de la “pintura abstracta” y a la valoración del gesto pictórico,
ocurre en el taller de Kandinsky. Al entrar éste en él, tropieza con un cuadro
que le deja perplejo. La razón de su asombro fue que el cuadro, a pesar de su
belleza, no tenía figura alguna que justificara esta belleza.
El descubrimiento de la carga
expresiva inherente a los elementos plásticos provoca desde mediados del sigo
XIX un contemplación de la obra que implica una animación simultánea y
recíproca entre el espectador y el objeto de visión.
“El espectador se acostumbró demasiado a buscar
la coherencia externa de los distintos elementos… excepto la vida interior del
cuadro y el efecto sobre su sensibilidad”, (Kandinsky 1980).
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